"QUE LA TARTA TE ACOMPAÑE...."

Como decía hace poco, una de las cosas buenas de tener algún hijo pequeño es que puedes hacer cosas que de otra manera no harias. Porque...¿qué excusa podría inventar para hacer una tarta de Darth Vader si no fuera porque mi benjamín cumplía 7 años??

Pues me puse manos a la obra, con más miedo que vergüenza porque no sé cómo iba a poderle dar el relieve. Miré cosas en internet y saqué alguna idea, pero no "me remataban". Cuando te pones a buscar ideas de estas pasan dos cosas: o son cosas tan "superperfectas" o tan superelaboradas que ves que van a ser imposibles de conseguir, o ves auténticas chapuzas que mejor obviar.

Pues nada, imprimí una idea de tarta, una foto y un dibujo de la cara de Darth Vader y me puse a improvisar sobre la marcha...

1.- El molde del bollo ha de ser redondo (lo hice tipo chocolate).

2.- Cortamos la capita de arriba, esa que queda abombada, y la reservamos para hacer el relieve de la cara.

3.- Colocamos el recorte de la cara en papel sobre la capa abombada del bizcocho que acabamos de recortar y vamos marcando el borde y las lineas principales con un punzón o con un cuchillo.

 4.- Vamos esculpiendo la imagen, "escarbando y quitando de zonas para darle relieve.

 5.- Como necesitaba aun más relieve para la zona de las "cejas del casco", los ojos y la "nariz", le añadí más restos de bollo.

6.- Ahora, a alisar el fondant negro y a colocar sobre la estructura de bizcocho:

A la derecha, algunas ideas que saqué de Internet: Un dibujo para recortar la cara, una foto de la máscara real, y una tarta que ya hizo alguien.

7.- Vamos adaptando el fondant a la estructura de bizcocho. Con los dedos y con algo redondo...pero ¡cuidado!, que yo también usé un puntero de esos de jugar a la Nintendo DS y llegué a perforar por encima de los ojos del pobre Darth Vader...jajajajaj

8.- Recortamos los sobrantes...

9.- Le ponemos unos pegotitos de fondant blanco en lugares clave....

¡Ah!, y algunas tiras con el mismo fondant negro para hacer la unión del casco y la rejilla de la "boca" por donde emite su inconfundible...¡¡"JOOOOO-PEEEEEE!!! (jajajjajaaj)

10.- Pintamos (con pintura especial para estas cosas de reposteria) de blanco algunas lineas estratégicas en la cara....

¡Y YA LO TENEMOS!!!










(en esta foto se ve algo más el relieve).......

11.- Montamos la nata-trufa. Para que quede consistente, en todas partes te recomiendan que esté todo muy frio, hasta los recipientes. En un primer intento fallido le puse tanto empeño que metí el vaso de batir, el brazo de la batidora y hasta la nata en el congelador (solo un ratito, para que esté aún más fría). Ni acordarme. Se me congeló. Recorté los tetrabriks con tijeras para sacar el bloque de nata helada, lo metí en el microondas hasta que estaba "casi" descongelado. Me puse a montarla, como estaba medio helada y parecía que ya tenía una consistencia cremosa,  eché el azúcar y el cacao demasiado pronto....¡y aquello no hubo forma de que montara!!!. Así que tuve que hacer la trufa el último y definitivo día, pero hubo suerte. parece que ese día quedó consistente ;-)

12.- Ponemos las capas de bizcocho-trufa-bizcocho...

13.- Cubrimos con chocolate de cobertura blanco (derretido con un poquito de mantequilla y nata).

14.- Momento crítico de poner la cara sobre la tarta de un solo embite....

15.- Con pintura negra, pincel, y muuucha paciencia, escribimos la famosa frase....

15.- Y ya solo queda ver si al homenajeado le gusta o no.. ;-) (Parece que si)

P.D: Sí, lo confieso. Esta vez me daba muchísima pena hincarle el cuchillo a la tarta asi que....antes de empezar a hacer porciones....¡volví a quitar cuidadosamente la careta y nadie la cató esa noche!!! jajajajajaj