URGENCIAS

Si no fuera por lo que es, yo diría que en la sala de urgencias de un hospital, o en los "boxes" de urgencias,
se pueden echar unos buenos ratos, unas cuantas risas.

Hoy sin ir más lejos. Dentro de aquello que parece una "comuna" que son los boxes,  esos sitios que de repente, cuando quieren algo de intimidad se limitan a echar una cortinilla alrededor de una camilla...(pero que se oye...¡¡todooo!!!), he tenido mis buenos momentos "de recreo".

Pues allí que estaba yo sentadita en mi butaca de hospital. Respaldo alto. Rejilla a los pies (no sé para qué). Apoyabrazos. A la derecha un aparato que te mide la tensión, las pulsaciones, y otra cosa que no sé para qué es pero que te ponen una pinza en el dedo para medirlo. A la izquierda dos bombonas alargadas supongo que de oxígeno... Este sería el escenario desde mi posición y a mis laterales....

...De frente...., el espectáculo lo protagoniza alguien con gorra y pantalones caídos al que le acaba de ver un médico y que ya está siendo atendido por la enfermera de turno.

Dicha enfermera corre la correspondiente cortinilla alrededor de la camilla. Una cortinilla que no llega hasta el suelo y  que me permite ver los tobillos del susodicho con los pantalones "hechos un buruño" a su alrededor. Es lo único que veo en vivo y en directo. Pero...tras la cortinilla se adivina el resto...¿os imaginaís unas "sombras chinescas"?....¡pues igual!. Al trasluz de la cortina blanca se adivinaba al enfermo reclinado sobre la camilla en posición de recibir, y a la enfermera...¡en posición de "banderillear"!!! jajajajaja.

  ¡¡ZASS!!!!!...
 
   "¡¡ayayayayaayyyyy!!!, ¡¡uiiissshhh, ufffffffffff,...... "caguenlaleche"....¡¡sí que dolía sí!!!! (se lamentaba el enfermo..)

    "¡Uy!, ¡pues ahora viene la que te decía que dolía!!!!!!" (dice la bruja de la enfermera)  jajajajajajaajajaj. El hombre ya no dijo ni "mu" a la segunda estocada!! (ya no le quedaban fuerzas ni valor).

    Y luego, cuando ya me iba a ir y estaba siguiendo atentamente las recomendaciones del doctor, acodados en ese mostrador que había delante de su pantalla y su sillón...llega una señora y, creyendo que seguía correctamente las indicaciones de una enfermera que le había dicho "sientese ahí", en lugar de sentarse en las butacas de los enfermos (las de la tensión, el oxígeno...)...¡va y se apoltrona en el sillón del médico!!! jajajaj. Y le dice el médico: "no, en aquellas de ahí". Y dice la señora..."si es que traigo un mareo..." jajajajajaj.

   Igual el "chute" de aerosoles tenía alguna sustancia indebida, pero las risas que me he pasado en ese rato... ¡no tienen precio!!

   Pero de verdad que en urgencias te pones a mirar y puedes pasar un rato de lo más entretenido. Sin movil, sin tablet y sin compañía alguna para charlar.

   Recuerdo en "el Puerto de Santa María" una vez que tuve que ir con Paloma (la "grande") y con Juan (el "chico") a urgencias. Una con un sarpullido y el otro con fiebre. A Cristina se la llevó su padre a comprar pegatinas...¡de hija única!!.

   No se me olvidarán dos cosas:
   
    - El comentario de Paloma: "mamá, ¿por qué aquí todo el mundo lleva un trapo?" jajajaja. Era verdad. El que no llevaba un paño de cocina en la mejilla, llevaba una toalla al cuello, o un pañito en la frente.

   - Y a una señora mayor (pero no tanto), que llegó en ambulancia acompañada de su hija. Se bajó de la ambulancia a pié a la entrada de Urgencias, y entró en la sala haciendo muchos aspavientos y diciendo..."¡¡¡¡ayyyy que malita que estoy!!!, ¡¡¡ay que me va a dar arrrgoooo!!!" (y así muchas veces) jajajajaja

  Pero para aquél que me pueda tachar de frívola, de reirme en circustancias en las que hay gente que lo está pasando mal, en mi defensa diré que lo que ocurre es que no soy una persona aprensiva y que soy consciente de que muchas veces que estás ahi es porque estas mal, rematadamente mal. Con un flemón que te hace incapaz de pensar en otra cosa...o con un niño a punto de venir al mundo que te provoca unas contracciones que te retuercen hasta el alma, y encima estando sola, porque los acontecimientos se han precipitado y las cosas son como son. (Pero incluso entonces, "a toro pasao", aún me echo alguna que otra risa ;-) )