Pero para la comunión de Cristina me lo pensé con más tiempo de antelación y fui elaborando la idea y el regalito con más detalle (aunque eso no me libró de acostarme la noche anterior a las tantas ultimando los detalles..).
El motivo fueron...¡ABANICOS!! (pintados a mano)
De aquella época no tenía fotos del proceso, solo del resultado. Pero básicamente consistió en:
- Comprar abanicos de varios colores pero lisos. ¿Donde conseguirlos?. Pues en el primer sitio que se me ocurrió preguntar fue en un chino. Solo tenían unos poquitos y estampados. Les dije lo que yo quería en realidad y ...ningún problema, ¡para el día siguiente tendría mi encargo! (y era un sábado cuando estaba haciendo el encargo!!!, tenía mis dudas de si de verdad me habría entendido...pero sí,..el domingo estaba los abanicos en los colores y las cantidades que yo les había pedido).
- Extender los abanicos abiertos sobre una mesa enorme (creo recordar que les puse un celo por detrás para que se mantuvieran abiertos). Tener a mano esos mini-botecitos de titanlux con los colores básicos en pintura (a saber: rojo, azul, amarillo, blanco y negro), pinceles y aguarrás.
- Esquivar el mal humor del resto de la familia por tener una mesa ocupada con todo eso durante días...semanas...
jajajajajajaj
(La cara de esta niña hubiera quedado más propia en una bandera pirata....jajajajaj)
¡Ah!, y los envoltorios!!!!
Para ello utilicé una tela que me había sobrado de unos visillos (o incluso puede que fuera tela de los propios visillos, de cuando vivíamos en otra casa) tipo "plumetti" (de esa con lunares).
Hice unos saquitos que se fruncían cerrando con una cinta finita de raso (de esa forma, enhebraba una aguja de ojal grande con la propia cinta y no tenía que hacer ojales en la tela).
Un cartelito escrito a mano...meter los abanicos y a cerrar con una lazada!!!
FIN
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