Introduccion

...este blog...¡se me ha ido de las manos!!! jajajaja.
Lo que empezó siendo un lugar donde recopilar mis manualidades y mis dibujitos, al final se está convirtiendo en un "cajón-desastre" aún mayor, y donde tiene cabida TODO LO QUE PASA POR MI IMAGINACIÓN. Ya sean mis dibujitos (narigudos), mis manualidades, mis historias escritas, mis gif animados, mis tartas, mis videos, mis tutoriales "informáticos"...¡T-O-D-O!.
(No se si tiene algún sentido, pero para eso están los Blogs. Cada uno los enfoca para lo que quiere. En este caso "desenfoca" ;-) )

2 abr 2014

HIJOS QUE SE AVERGÜENZAN DE SUS PADRES

Esto que puede sonar a hijos canallas, que no se merecen a los padres que tienen, resulta que está mucho mas cercano de lo que nos creemos. Porque seguro que todos nos acordamos de aquella vez que, estando con nuestra madre en una tienda, ella dijo algo, hizo algo, o nos hizo hacer algo por lo que pensamos: "tierra, tragame!".

Pues por lo mismo por lo que nosotros nos avergonzabamos entonces, ahora a nuestros hijos les sucede lo mismo.

Por ejemplo. Recuerdo aquel día en que, en Decathlon, con mucha prisa y aprovechando que había poca gente, hice que mi hija Paloma se probara un bañador... ¡encima de la ropa!!! Aun recuerdo a un señor que pasaba por el pasillo principal y se nos quedo mirando muy extrañado...¡no era para menos!!

Pero hubo una situación de ese tipo que recuerdo que me pasó hace ya algún tiempo. Convencí a Cristina para que me acompañase a Lidl (es un sitio que no me gusta nada, pero tengo dos amigos de los que me fio de su buen criterio y que me aseguran que hay cosas de buena calidad y a buen precio, así que me animo a ir allí de vez en cuando) porque había visto en la propaganda unas  zapatillas de deporte (yo sigo llamandolas "playeras", para horror de mis hijas) a muy buen precio.

Entré con mi hija y se quedó alucinada al ver aquellos contenedores con ropa, relojes y cosas de lo más variopintas al lado de los lácteos y los congelados. Empezamos a ver las zapatillas y, aunque no eran de mi agrado, decidí probarme unas de mi número. "¿Aquí te las vas a probar?" decía Cristina. "Si". Así que me quité el zapato y me calcé la zapatilla. Me daban los dedos en la punta, y así se lo dije a mi hija. Ella me dijo: "pues además luego tendrás que llevar calcetines..."  ¡Es verdad, no me acordaba!. Así que, ante los ojos horrorizados de mi hija....¡CHA_CHAN!! saque un calcetín que había guardado en el bolsillo de mi abrigo, me lo puse, y me probé la dichosa zatilla!!!, Jajajajajaaj. ¿ Es o no es como para avergonzarse??? Jajajajaaj

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