Introduccion

...este blog...¡se me ha ido de las manos!!! jajajaja.
Lo que empezó siendo un lugar donde recopilar mis manualidades y mis dibujitos, al final se está convirtiendo en un "cajón-desastre" aún mayor, y donde tiene cabida TODO LO QUE PASA POR MI IMAGINACIÓN. Ya sean mis dibujitos (narigudos), mis manualidades, mis historias escritas, mis gif animados, mis tartas, mis videos, mis tutoriales "informáticos"...¡T-O-D-O!.
(No se si tiene algún sentido, pero para eso están los Blogs. Cada uno los enfoca para lo que quiere. En este caso "desenfoca" ;-) )

20 abr 2014

AUTOREGALO

Confesad. ¿Quién no ha hecho alguna vez algo con la sana excusa de..."es por mi hijo que sé que le va a gustar", cuando en realidad se trataba de satisfacer un deseo propio?.

A ver, ejemplos:
- Le voy a regalar un Scalextric.
- Le voy a comprar chocolate de trufa.
- Le llevo a ver la última versión remasterizada de Star Wars.
- "Hijo, tirate por ese tobogán tan alto que no te preocupes que yo me tiro contigo"
- La Nancy, le va a encantar.
- "Vamos a hacer un castillo de arena"
- ¿Nos disfrazamos en carnavales?
......
...y así un largo etcétera....

Pues en mi caso confieso lo siguiente:

Cuando entras con tu hijo en una tienda, es inevitable que te pida algo. Desde un paquete de chicles de 1€, hasta unos lego de 50€, como una tanda de cromos que te puede costar el paquete 15€.

Lo inevitable también es el decir "no". Una y otra vez. Un día a la semana dices "sí" al paquete de chicles, y si es una ocasión especial accedes a algo más caro. Pero siempre tirando a la baja.

Un día que entramos en una tienda de artículos varios, Juan pasó por la sección de los Lego. Había unas cajitas pequeñas de una edición especial de Star Wars. Chulísimas. Yo me quedé prendada de un mini-Halcón Milenario. Costaban como 7 o 9 euros. Y ahí hice de diablillo...."venga Juan, si quieres te compro este". Y Juan que no, que quería otro. Y yo erre que erre. Nada, el niño no quería el Halcón Milenario. Le supliqué, le amenacé. Pero nada. El niño quería otro de un soldado imperial y yo no pude dar marcha atrás.

Pero otro día, volvimos a la tienda y, sencillamente le dije: "Voy a comprar este Halcón Milenario para mí. ¿Me lo montas tú?" . "Vale".

¿Veis qué fácil?. Todos tan contentos....(si es mejor ir con la verdad por delante..) Jajajaja


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