Y como no venden pinturas sueltas, pues al cabo de uno o dos años tienes que volver a comprar una cajita de lápices.
Los viejos/no usados te da pena tirarlos, así que los vas colocando en cubiletes, en estuches viejos o en cajas. ¿Para que?, Nadie lo sabe. Si no se usaban en su "momento de esplendor", ¿quién se va a acordar de ellos luego?.
Pues se nos ha ocurrido una forma para "darles salida". Recubrir una vieja lata (de algún tipo de
leche en polvo especial que me suena que alguna vez tomó alguno de mis hijos) con esos lapiceros sin usar.
La lata la tenía ya recubierta de papel maché (papel de cocina untado con cola blanca 50% + agua 50%).
Afilé un montón de lápices (tienen que estar limpios al menos, y de un tamaño razonable). Curiosamente, de los sacapuntas que tenía en casa, el que mejor me resultó fue uno de plástico. (eso sí, acabé con una pequeña ampolla en la palma de la mano y el dedo gordo dolorido..jajajaja)
Antes de empezar a pegar los lápices alrededor, coloqué cerca de la base, por fuera, un cordón rojo (reliquias de mis tiempos de "macramé"). Esto lo hice para evitar una pequeña "rebaba" que tenía la lata en la base.
Empiezas a pegar los lápices de uno en uno con ayuda de una pistola de silicona caliente.
Como me habían sobrado tantas virutas, decidí utilizar algunas y pegarlas al resultado. (En el centro de los círculos que fui formando también pegué virutas de las minas)
Un toque final con el mismo cordón rojo le iría bien (eso sí, lo unté con cola blanca al 100% y debería de haberlo mezclado con agua 50%+50%)
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