UN JUEVES CUALQUIERA

Bueno, uno cualquiera no.

Este jueves era fiesta de carnaval en el cole y al día siguiente los niños no tenían clase. Había carnaval pero también había actividades extrescolares. Eso me da margen para salir mas tarde del trabajo. Salgo un poco justa. Miro el día soleado y pienso..."demasiado justa". En estas tardes con sol pasa igual que por las mañanas. El sol deslumbra y hay atasco en la M-40 :-( . Y encima tengo que sacar dinero para pagar la reserva de plaza, que hoy es el último día. No llego.

Relativamente cerca del colegio paro en un cajero. No me debería de llevar más de un minuto. Pero  hay un señor dentro mirando su libreta. Se da cuenta de que estoy esperando y se apura a dejarme entrar. Me mosqueo porque el señor no sale, pero veo que el banco abre esa tarde y hay gente en las oficinas. Tranquila.

Resulta que han cambiado el menú de entrada y, no sé por qué razon, no me puede dar el dinero que necesito. Tengo que salir a la calle y entrar en la oficina para ver si ahí me lo dan. Eso supone atravesar "puertas de descompresión": timbres y puertas que esperan a ser abiertas hasta que otras no se cierran. Y el señor de la libreta pisándome los talones. Enseguida me atienden. Una señorita muy amable.  Le enseño mi DNI. Resulta que es tocalla en apellido. Se va a ver qué pasa. Vuelve y me pide que la acompañe al cajero. Vuelta a las puertas de descompresión, salir a la calle, y entrar  otra vez por la puerta del cajero. Comenzamos otra vez la operación y esta vez sin problemas. Con el dinero encima, salgo pitando al cole. Haría unos 5 minutos que tenia que estar allí. Y mi móvil apenas sin batería.  Cuando llego Juan no estaba. Se había ido a acompañar a una mama a la clase para coger un libro. Vuelve enseguida....pero hay que volver otra vez a su clase. Me acerco a secretaria y ya han apagado las luces. Se van, así que no puedo pagar la reserva de plaza. Vamos otra vez a su clase que ya están limpiando. Al salir viene una madre corriendo a nuestro encuentro.."¡vamos, que nos cierran!!".

Bueno, pues ahora a por Cristina, que tiene que haber salido ya de baloncesto. El móvil está ya en las últimas, aunque las esperanzas de llamar a Cristina y que te lo coja son casi nulas en cualquier caso.  Me monto en el coche con Juan y nos acercamos a la puerta por donde salen. Cristina que no sale. Salen la mayoría de las niñas que se han puesto pañuelos en el pelo y se han "pinturrajeado" un poquito (por ser carnavales). Y la mía sin aparecer. Me bajo del coche y les pregunto por ella: "esta en el patio, echando unas canastas". Me acerco al patio y me dice mi hija de lejos: "que me voy andando". Le hago un gesto como que no la oigo, para que se acerque y me hable con un mínimo de educación (me cruzo con una madre bastante enfadada y que le acaba de dar un ultimátum a su hija). Pues nada, que se va por su cuenta. Luego la cogeré a las 9.

Como al día siguiente no tienen clase, me siento como con tiempo de hacer cosas: "pues voy al zapatero a llevar esos zapatos que llevan un tiempo en el maletero". El zapatero está en la otra punta de "P", pero es que es muy bueno. Es igualito que el jardinero de "Bricomania" jajajajaj. Cuando nos cambiamos de casa, estuve mucho tiempo sin ir por allí y, al cabo de los años, ¡el tío se acordaba aún de mi nombre!!. Liquidamos rápido en el zapatero y...¡rumbo a casita! (a "M").... ya en la autovía, miro el reloj...19:10...algo me ronda en la cabeza....¡¡¡la compra!!!, tenía que recoger la compra en mi queridísimo servicio "click&car" de hipercor. Así que cambio el rumbo otra vez a la otra punta de "P".

Pero esa hora....me suena de otra cosa...¡Paloma!!. Estos dias la estoy recogiendo por las tardes en "R". Está de exámenes y tiene algún laboratorio por las tardes. Si la recojo en "R", viniendo de V",  no pierde tanto tiempo. Y me suele avisar a las 19:20 "mamá, que ya he cogido el bus". ......Y mi móvil ya ha hecho "plaff". Milagrosamente tengo la tablet y... me instale el "telegram" (una ventaja respecto del whatsapp: se puede instalar en varios dispositivos y no tienen por qué ser moviles). Y Paloma también lo tiene. Le mando un mensaje en lo que espero con la puerta abierta del coche a recibir la compra. Para curarme en salud, le envío un SMS, cuyo encabezamiento comienza: "Soy mamá..." (en mi tablet tengo una copia de la tarjeta SIM de Cristina para lo que tuve que contratar previamente el servicio "MultiSIM", cosas de la tecnologia, asi que en los SMS's aparecería como Cristina). Cuando tengo la compra cargada responde Paloma. "Estoy en casa". Pufffff, menos mal.

Pues nada. A casita. A "M". Ya sólo me queda recoger la comprar, hacer la cena, e ir a recoger a Cristina a "P" a las 21:00.

(El padre, de viaje, llegará después de la cena)

(Chófer. Es mi segunda profesión, pero no me importa :-) )