¡La de tiempo que gastarían mis padres en intentar educarme (y la de fuerzas que invertiría yo en que no lo consiguieran) para que, años después de esa lucha de titanes, venga una hija tuya a tomar el relevo de tus padres.
Y es que mi "Cristinita" tiene la cabeza más sentada que yo y claro, es inevitable que surjan ocasiones como ésta en las que mi Pepito Grillo particular me tiene que dar un toque de atención.
...Volvía de recoger a los pequeños del cole, y Cristina manifestó su angustia por dos cosas: Al día siguiente tenia examen; y justo hoy se le acababa la tarjeta del abono transporte (y quería ir al día siguiente en autobús porque dice que aprovecha a estudiar, y yo me lo creo 100%).
Dije que vale, que la dejaba en casa y me iba yo a un estanco a recargar la tarjeta.
Íbamos en el coche y me dice Cristina : ¿"donde te la dejo -la tarjeta-?.
Pensé y le señalé una especie de cajoncito para tarjetas que tiene el coche y que no usamos nunca.
"¿Ahí? -me dice Cristina -, ¡mira que si la dejo ahí se te va a olvidar!!!".
Jajajajajajaja jajajajajajaja
Ya me veía en el estanco registrando bolso, cartera y bolsillos y pensando dónde demonios había puesto la dichosa tarjeta!!.
Me dio tanta rabia que me conociera tan bien.... que le llamé "¡Pepito Grillo!" como 10 veces a la vez que le sacaba la lengua y le hacía muecas (con mis padres no podía hacer eso)...jajajajaja
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