Juan estaba haciendo los deberes en la mesa de la cocina. Veo de lejos que en su cuaderno tiene dibujada la cabeza de un burrito.
- "Muy bien Juan. Se ve claramente que es un burro y no un caballo".
Me alejo camino del microondas porque tengo que retirarlo para hacer una "ñapa" casera.
Al tiempo que estoy cargando con el electrodoméstico en mis brazos, Juan empieza a leer:
"Platero es pequeño..."
"Platero es pequeño..."
Le hago un gesto con la mirada para interrumpirle. Y continúo yo (a una distancia considerable de Juan y con el microondas entre mis brazos):
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos..." (Ya no me sabía más).
Pero ha sido suficiente.
Juan me mira con asombro a la vez que hace ademán de tapar su cuaderno como "para que no le copien" (aunque yo estuviera lo suficientemente lejos como para no poder ver lo que había en su cuaderno). Y me pregunta: " ¿como sabes eso?".
- "Bueno, yo también fui al colegio y nos enseñaban esas cosas. Creo que nos las hacían aprender. O igual nos las aprendíamos porque eran bonitas".
Le pregunté que si sabía quién lo había escrito (no lo sabía 😖, a pesar de que lo ponía en su cuaderno). Le dije que era Juan Ramón Jiménez y que le habían dado el Premio Nobel de literatura.
Luego Juan me preguntó que si teníamos el libro. Yo recordaba que andaba por mi habitación cuando vivía con mis padres. Ahora tendré que buscarlo por casa en una colección de "grandes obras de la literatura". Seguro que está. Juan quiere verlo porque le han hecho saber que es un libro muy bonito (aunque es de esos libros "gordos", como dice él).
Yo creo recordar que era un libro triste. Pero merecerá la pena echarle una ojeada junto a mi hijo 😃😃.
#plateroyyo
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