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Normalmente nos encontramos en Facebook la palabra “comparte” en frases como: “Si te gusta comparte”, “si estás de acuerdo comparte”, “si tú también has vivido esto comparte”.
La mayoría de las veces intentan engancharnos con nuestras
aficiones o nuestros gustos: “Si te parecen lindos estos gatitos comparte”, “Las 10 mejores jugadas de tenis de la
historia..¡comparte!”, “los 10 lugares
más increíbles para viajar..¡comparte!”…
Y por supuesto, intentan tocar tu vena “friki-sensible”: “Si
tú también crees que Yo-soy-tu-padre, comparteme”
o “necesitamos 1M de me gusta para financiar un viaje a Mordor, por favor, comparte”.
Algunas veces apelan a nuestra conciencia poniéndola en duda
si no compartimos lo que nos proponen. Nos muestran una niña con síndrome de Down
con muchos lazos diciendo “si tú también crees que es hermosa comparte”, o a un enfermo terminal
postrado en la cama de un hospital y nos piden que se comparta para aumentar la ayuda contra el cáncer.
Otras veces “hacen cosquillas” en nuestro ego. Ponen a
prueba nuestras aptitudes e inteligencia. Nos proponen un problema y dicen que
si llegamos a conseguir resolverlo entonces deberíamos compartirlo. Por ejemplo: “¿Cuántos triángulos ves?, si encuentras
la solución comparte”, “Si consigues
ver un número comparte” (para ello
la única aptitud que has de tener es no ser daltónico) o uno muy bueno: “ 51
PU3D35 L33R 3570 C0MP4R73L0”
jajajaja.
Páginas del tipo Yo fui a EGB han desempolvado montones de
recuerdos a los que somos “taiñeros” y nos hace ilusión enorme revivir esos
recuerdos y, ¿por qué no?, compartirlos
con aquellos amigos de la infancia (que todo sea dicho, a muchos de ellos los hemos
recuperado gracias a Facebook). Así, nos reclaman con frases del tipo: “Si tú
también sobreviviste a estos columpios comparte”.
“¿Cómo se llamaba este juego?, comparte”.
Hay algunos tan arrogantes que hasta te cabrean..: “¡COMPARTE YA!”
Y algunos tan absurdos que hasta te dan ganas de compartirlos: “esta vaquita no hace nada, pero quiere recorrer
mundo, comparte para que pueda
viajar”.
En fin… Aunque alguna de estas peticiones de compartir llevan consigo un buen fin,
la mayoría de ellas llevan un interés detrás por parte del que las generó.
Todos esos “Me gusta” y comparticiones quedan reflejadas en cifras y en estadísticas.
Cuanto más se extienda lo que publiquemos más dinero podremos ganar. Pero si además
ese post en Facebook lleva asociado el enlace a una web o a un blog conseguirán
más cantidad de visitas en su “landing page”.
Por eso, por ejemplo, siempre que nos pidan participar en un
concurso una condición básica para participar es compartirlo.
También hay más razones incluso algunas de mala fe.
Así que, antes de compartir, yo tendría en cuenta un par de
cosas: Que sea original y auténtico lo que compartes (a veces basta con una búsqueda
en Google) y otra es que te guste mucho mucho lo que vas a compartir.
Pero ya digo..Yo leo la palabra “Comparte” y lo primero que pienso es..”¡ni de coña!”..jajajajaja.